Bilbao se ha convertido, por méritos propios, en una de las ciudades más cosmopolitas e interesantes del panorama europeo. Combina como ninguna lo contemporáneo con lo tradicional, y guarda verdaderas joyas para todos aquellos que se propongan visitarlas.
La calidad de vida en Bilbao es extraordinaria, y eso se ve en la limpieza de sus calles, la amabilidad de sus gentes y la excelente calidad de su comida. La comida es un tema que se toma muy en serio en todo el País Vasco, y en Bilbao vas a poder comprobar a lo que nos referimos.
Vamos a echar un vistazo a las cosas que no puedes pasar por alto ni dejar de hacer en una ciudad milenaria y única; Bienvenidos a Bilbao.
Que NO puedes hacer en Bilbao
No te vayas sin tu estrella
Antes comentábamos lo importante que es la comida en todo el País Vasco y lo serio que se toman el tema. Pues todo tiene su recompensa, y la ciudad de Bilbao cuenta actualmente con seis restaurantes con estrella Michelin.
Hablamos exclusivamente de la zona central de Bilbao, porque este galardón está repartido por toda la geografía vasca gracias a su buen hacer, la calidad y frescura de sus productos y el cariño que le ponen entre fogones a cada plato.
Sin estrella pero merecedoras
No te vayas de Bilbao sin probar sus pintxos. Es algo lógico y obvio, pero por si hay algún despistado por ahí, tienes que probar los pintxos. Su reducido tamaño no le quita ni un ápice de labor ni sabor a estos pequeños homenajes a la cocina vasca.
Y si tienes alguna duda de dónde puedes disfrutarlos, pásate por el Casco Viejo o los barrios de Ledesma y Diputación. Además, para echarte una mano, aquí te dejamos algunos de los mejores bares de pintxo de todo Bilbao.
Por cierto, por encima de todos, el más conocido, el que tiene más historia, el número uno en la tradición, la Gilda. No te vayas sin probar este pintxo, uno de los productos locales fundamentales, creado en los años 40, en el bar Casa Vallés, y llamado así en honor a la película de Rita Hayworth, “Gilda”.
Palillo con aceituna, guindilla en vinagre y una anchoa, tan simple como delicioso. Este es el paso uno dentro de tu lección de los mejores pintxos.
Mucho más que Pintxos
No te vayas de Bilbao sin buscar un poco más, sin probar algo que no sean los pintxos. Sumérgete en la tradición y pregunta siempre por lo más típico que tengan en el local que hayas entrado.
Te desvelaremos uno de los tantos clásicos que viven en el Casco Viejo; la Carolina. Es un postre típico de Bilbao que se llama así en honor a la hija del pastelero que lo creó. Para más información, consulta a tu camarero de confianza.
No te vayas sin ver la Basílica
La Basílica de la Virgen de Begoña en Bilbao se ve de dos formas muy diferentes; la primera yendo hasta ella y disfrutando tanto de su exterior como de su interior. La segunda es desde la esquina que une las calles Pelota y Santa María.
Es el único punto del Casco Viejo desde donde se puede ver la tan querida Basílica. Está marcado en el suelo con un símbolo y es un gran reclamo con una fantástica historia detrás. Ve hasta allí y compruébalo.
No te pierdas las historias de Bilbao
No puedes irte de Bilbao sin conocer sus historias, todas esas leyendas que conocen los vecinos del centro y que se transmiten de padre a hijos y de vecinos a turistas despiertos y con ganas de aprender.
Ellos te podrán contar cosas como que en la visita a la ciudad de Amadeo de Saboya, allá por 1871, tapiaron todos los arcos de la Plaza Nueva y la llenaron de agua para que el buen hombre se sintiera como en su querida Venecia.
Ya os hemos dicho que la gente de Bilbao son amables y hospitalarias, y este es el ejemplo más claro…y bruto.
No necesitas saber Euskera
No te preocupes con el euskera; todos los carteles y señalizaciones están escritos en los dos idiomas; euskera y castellano.
Tampoco te preocupes por hablarlo, todo el mundo habla en castellano y te entienden a la perfección, aunque desde luego sería un gran gesto poder decir algunas palabras para hacerles saber que tú eres tan buen turista como ellos grandes anfitriones; Aupa!
No te despistes
Bilbao es una ciudad muy segura, y lo único que debes tener es cuidado con los carteristas y algún que otro moderno juglar que te rete al "juego de caparazón" o leer el futuro en la palma de tu mano, regalándote romero.
No hay nada de peligro pero no deja de ser una gran ciudad conocida. Por eso sólo debes tener cuidado con tus pertenencias y tu cartera, aunque no más de lo que lo tendrías en tu propia ciudad. Cuidado con ser despistado.
Cambia tu punto de vista
Aunque no tengas carnet para poder pilotar un dron, exacto, hace falta una licencia, vas a poder ver Bilbao a vista de pájaro. Para ello, sólo necesitas subir al monte Artxanda.
Si tus rodillas ya no son lo que eran, o nunca han sido gran cosa, no sufras, desde comienzos del siglo XX cuentan en Bilbao con el Funicular de Artxanda, el cual comunica la Ría con la parte superior del monte Artxanda.
Para poder usar el funicular, además del resto de transporte de Bilbao, cuentas con la tarjeta Barik de transporte, la cual te recomendamos que adquieras para moverte libremente por la ciudad.
Más allá de lo que ves
Esta frase tan de Rafiki del rey león es una realidad en Bilbao. No nos referimos a que saques tu lado más zen, sino a que después de ver los principales monumentos, vayas a por más.
Teatro Arriaga, Museo Guggenheim, Ayuntamiento de Bilbao, la Ría, con mucha vida en verano o el Puente de Calatrava son símbolos de la ciudad que debes visitar y conocer pero, ¿qué me dices de la zona del ensanche o de la Alhóndiga Bilbao, ahora conocido como Azkuna Zentroa, donde nace la cultura y el ocio más bilbaíno?