Si hay algo por lo que Bruselas es conocida, además de su cerveza y ser el epicentro de la eurocámara, es por su chocolate. Cuenta con numerosas tiendas para comprar la mayor variedad de chocolate que pueda imaginar tu dulce imaginación.
Aunque no producen chocolate, ya que crece en climas tropicales, gracias a años de experiencia en su trabajo han llegado a entenderlo como nadie. Por esta razón, debes probar y disfrutar del amplio abanico de opciones chocolateadas que la capital belga te ofrece.
¿Por dónde empezar? Es cierto que en los puntos más turísticos de la ciudad encontrarás muchas de estas tiendas, como en las Galerías Reales, pero aquí vamos a contártelo todo.
Te traemos una completa lista con todos los lugares donde puedes comprar, e incluso probar, el mejor chocolate de la ciudad. Desde grandes marcas a pequeños rincones que esperan deseosos tu visita.
Godiva
Godiva traspasa fronteras y su fama va más allá del país belga. Es toda una marca de referencia dentro del sector del chocolate, y eso se consigue con mucho trabajo y dedicación.
Comenzaron en 1926, y desde entonces no hablan otro idioma que el de la calidad y la entrega en su trabajo. Sus escaparates son buena muestra de ello; infinidad de bombones y tabletas de chocolate además de sus trufas.
Cuentan con varias tiendas repartidas por la ciudad, siendo la de la Grand Place, tal vez, la más especial y con cierto encanto del pasado al ser la primera que abrió.
Pierre Marcolini
Pierre Marcolini es toda una institución y un lugar de peregrinación obligado, tan importante como la propia Galleries Royale Saint Hubert, uno de los numerosos puntos en los que se encuentra.
Es un paso más hacia el lujo y la calidad. Selecciona los mejores granos de cacao, importándolos desde sus lugares de cultivo, para moldearlos como sólo los años de experiencia saben.
Un equipo de aproximadamente 80 personas trabajan en la capital de Bélgica para poder servir los mejores bombones, trufas, pralinés y tabletas de chocolate que puedas imaginar.
Sus opciones y surtidos son muy variados, aunque merecen una mención especial sus pralinés, ganaches, su caja ‘Malline Découverte’ con una selección de los mejores 33 chocolates y bombones.
Credits: Tripadvisor
Elisabeth
Tienda con nombre propio que ha conseguido hacerse un hueco entre los mejores gracias a su buen hacer aunque no son fabricantes. Cuenta con varios locales repartidos por todo el mundo, nueve en total. En sus establecimientos de Bruselas venden gran variedad de dulces y chocolates artesanales.
Sabiendo que de gustos no hay nada escrito, y que cada uno tiene una preferencia, nos atrevemos a decirte que no es una buena idea irte sin probar sus “mellow-cakes”, que son unos pasteles de galleta, además de sus merengues y pralinés.
Una de sus ventajas es la gran variedad con la que cuenta. Esto hace que probar un amplio rango de chocolates, dulces y postres en general sea muy accesible y fácil. Además de sabroso, claro.
Trufas, speculoos, nuts, candy, waffles, pralinés, nougat… ¿Suficientes razones para visitarlo?
Credits: Tripadvisor
Leonidas
Todo un gigante del mundo del chocolate, sus cifras lo dejan bien claro: Cuentan con más de 100 tipos diferentes de chocolates belgas y unos 1500 puntos de venta repartidos por todo el mundo.
Sus golosinas, pralinés, mazapanes y chocolates son frescos, de gran sabor y calidad con una pequeña diferencia, algo más baratos que otros grandes del sector. ¿La razón? Desde los años cincuenta del siglo pasado apostaron por la automatización en su fabricación, abaratando costes y dejando claro su objetivo: chocolate de calidad para todos.
De esta forma tenemos chocolates y bombones más baratos, sin ser del todo artesanal pero utilizando materias primas de primera calidad, ¿dispuesto a probar y comprobar la razón de su éxito?
Chocolateríe Artisanale Planete Chocolat
Aunque es uno de los más jóvenes de la lista, comenzó su aventura allá por 1991 entre tanta empresa centenaria, ha llegado para codearse con los mejores y no ser una moda si no, uno de los mejores.
La receta de su éxito se basa en la perfecta combinación de tradición e innovación. Cuenta con las recetas originales, materias primas de primera calidad y la innovación en sus mezclas de sabores y formas de presentar el producto.
El dulce va más allá de sus deliciosos pralinés, tabletas, trufas y macarons. Una muestra es la venta de cosméticos, que aprovechan los numerosos beneficios que aporta el chocolate.
Credits: Tripadvisor
Wittamer
Con el cobijo y la seguridad de la Iglesia de Notre Dame du Sablon, Wittamer nos abre las puertas de sus chocolates. Una empresa de las más longevas de la ciudad y que es, nada más y nada menos, que proveedor oficial de la Casa Real Belga.
La tradición y buen hacer están a la orden del día entre las manos de los maestros que, cada día, dan forma y sabor a los sueños de todo el que atraviesa sus puertas dispuestos a acceder a su dulce mundo color de rosa.
Su ubicación está a la altura de sus pasteles, chocolates, bombones y chocolates a la taza. Todo un lujo.
Neuhaus
La chocolatería más antigua y, casi con toda seguridad, la más reconocida en todo el país. Su historia comienza en 1857 y es proveedor oficial de la Corte de Bélgica.
Su historia es realmente fascinante, de entre sus manos han nacido invenciones que hoy día dan dulzor a nuestro día a día. Un ejemplo es la creación del praliné, o bombín de chocolate relleno, imaginado por Jean Neuhaus II, nieto del fundador de la marca Jean Neuhaus.
Este hecho puede daros una visión general de lo que significa la marca tanto para el país como para el sector en general. Hoy día siguen creciendo, estando a la cabeza de la innovación en cuanto a sabores, fusiones y creaciones.
Mary
Esta chocolatería es uno de los pilares fundamentales sobre los que el sector se ha apoyado y crecido a lo largo de todas estas décadas. Fundada en 1919 por Marie Delluc, sus bombones artesanales llevan generaciones siendo venerados, y con razón.
Su estilo clásico rococó te hará sentir como parte de la realeza en cuanto cruces sus puertas. Precisamente dentro de esas puertas es donde sucede toda la magia, ya que ahí es donde se hacen y crean todos sus bombones.
Sin falta, envían una caja de bombones a los Reyes de Bélgica y ese es el perfil al que siempre han ido dirigidos; las altas esferas y la aristocracia, de ahí su cuidadosa atención a los detalles, al buen hacer y al lujo.
Como último detalle de esto último, puedes elegir, además de los bombones que quieres llevarte, el lazo y la caja donde los transportarás, haciendo así tu visita algo único y aún más especial.
Frederic Blondeel
Pequeños pero con gran tradición a sus espaldas. Así se presenta ante nosotros Frederic Blondeel, una excelente opción para aquellos amantes del chocolate que disfrutan, además, del buen café.
Así es, es uno de esos mágicos rincones de Bruselas donde parece que el tiempo pasa más despacio, calmado y tranquilo entre sus paredes, con un café humeante y una gran variedad de chocolates ante ti.
Aunque no es el único producto que ofrecen, podrás también encontrar, junto al café, tartas, helados y una gran variedad de productos artesanales. Aunque, sin lugar a dudas, el bombón sigue siendo el rey.
Credits: Frederic Blondeel
Corné Dynastie
No tan glamuroso, ni concurrido ni conocido, aunque no por ello menos encantador, establecimiento. Cinco generaciones atestiguan la calidad de sus materias y la gran técnica en su elaboración.
Sus chocolates están a la altura de los grandes nombres de la lista y cabe destacar su deliciosa confitería, comenzando por su praliné y ganache, pasando por los bombones y macarons.
Corné Port-Royal
Su inconfundible estilo Art Nouveau, a juego con gran parte de la arquitectura de Bruselas, es uno de los sellos reconocibles de esta histórica empresa fundada en 1932.
De la mente y manos de su fundador, Manon Sucre, nació el concepto de Manon Sucre, que no es más que un maravilloso praliné con nueces y nougatine con nata. Se hizo tan popular que ahora es un tipo de chocolate en sí mismo que se comercializa en toda la ciudad.
Es otro de esos lugares que han contribuido a la historia misma de la ciudad además de a la del sector del chocolate.
Laurent Gerbaud
Uno de los rincones más modernos y de más reciente apertura. Laurent Gerbaud se está haciendo un hueco en el mundo del chocolate gracias a su atención a la calidad y su atrevimiento a la hora de mezclar sabores y texturas.
Combinaciones que, a priori, podrían parecer desafortunadas y sorprendentes, se convierten en verdaderas obras de arte efímeras en el momento que llegan a tu paladar. Prepárate para viajar por todo el mundo en un solo bocado.
Además, cuenta con una cafetería que te ofrecerá uno de los mejores cafés y chocolates calientes de toda la ciudad.
Credits: Tripadvisor