La vida es imposible sin agua. Lo mismo sucede con Bilbao, no existiría la Villa sin su Ría. Los ríos Nervión e Ibaizábal llevan vida a Bilbao llegando hasta las costas del mar Cantábrico.
De la misma forma que la Ría da vida a Bilbao, los puentes y pasarelas le aportan vida a la Ría. Los bilbaínos cruzan de una orilla a la otra cada día en varias ocasiones, hoy nosotros cruzaremos los 13 puentes con los que cuenta Bilbao.
Puentes y Pasarelas de Bilbao
Puente de Miraflores y Viaducto Miraflores
Damos comienzo a nuestra ruta con el primer puente que nos encontramos en nuestro camino por carretera a Bilbao, el que pasa sobre el Viaducto de Miraflores. Operativo desde el año 1995, sus 45 metros de altitud dan la bienvenida a aquellos que acceden a Bilbao desde la A8.
Puente de San Antón
Con un pie puesto ya en Bilbao, navegando la Ría en busca del rico mar Cantábrico, llegamos al Puente de San Antón, que se sitúa junto a la iglesia que le da nombre. Todo un emblema de la ciudad, presente en ella desde tiempos medievales, incluso, según la leyenda, antes de la aparición de la propia Villa.
Sea como fuere, su importancia histórica es innegable. De hecho, es tan importante que aparece en el escudo de la ciudad. Accede desde aquí a la “playa” de Bilbao, como se le conoce a la marea baja del Muelle de Marzana.
Puente de la Ribera
A Algunos pasos, o brazadas si te atreves a darte un refrescante baño por la Ría, nos encontramos con otro puente histórico de la ciudad; el Puente de la Ribera. Es peatonal y es un fiel reflejo de la ciudad de Bilbao; ha sabido reinventarse una y otra vez.
Ha sido colgante, de madera y reconstruido varias veces, y pase lo que pase, sigue ahí a los pies de los bilbaínos. Entre la Marzana, el Casco Viejo y conectando con el Mercado de la Ribera, este pedazo de historia de Bilbao sigue muy presente en el día a día de la ciudad.
Puente de la Merced
A menos de cinco minutos a pie por la Ribera, nos topamos con nuestro siguiente puente; el Puente de la Merced. Junto a lo que hoy se conoce como la Sala Bilborcok, aunque todos lo recuerdan como la iglesia del siglo XVII que fue, la antigua Iglesia de la Merced.
Este puente fue construido en 1886 y, tal y como sucediera con el Puente de la Ribera, ha conocido días mejores y muchos días peores en su historia. Ha sufrido desde remodelaciones, tanto de estructura como de nombre, hasta su completa destrucción.
Uno de los puentes con más historias de Bilbao, entre la que destaca la leyenda que dice que si alguien que camina solo toca a los seres alados que custodian las farolas del puente, tendrá suerte en el amor. Sólo algunos saben si esta leyenda sigue siendo cierta o no.
Puente del Arenal
Llegamos a uno de los puentes más céntricos de la ciudad, que da la bienvenida al viandante a una Bilbao majestuosa y señorial, con un Teatro Arriaga que nos recibe como el impresionante edificio que es, el primer rascacielos de la ciudad, el Bailén o la preciosa Estación de la Concordia, son algunas de las edificaciones más próximas.
No te olvides de pasear por el parque del Arenal y visitar su famosísimo Kiosko.
Puente del Ayuntamiento
Si hablamos de edificios majestuosos, no podemos pasar por alto nuestra siguiente parada, el Puente del Ayuntamiento, antiguo Puente de Begoña, que queda conectado al Muelle de Ripa gracias a este puente.
Puente Zubizuri
Haciendo de nexo de unión entre el Paseo Campo Volantín y Torres Isozaki, nos encontramos ante uno de los grandes símbolos del vanguardismo vasco y su regeneración urbanística.
El Puente Zubizuri, conocido comúnmente como puente Calatrava, fue inaugurado en 1997, aunque no estuvo exento de polémica debido a la poca adherencia de su suelo y el deterioro constante de las baldosas de cristal. Esta es la razón de que luzca la que, es ya, su tan característica alfombra.
El Zubi zuri, “puente blanco” en euskera, es uno de los monumentos más visitados y fotografiados de toda la ciudad de Bilbao, debido a su conexión con el Ensanche.
Puente de la Salve
Aunque pueda parecer de nueva construcción debido a su apariencia transgresora y moderna, en realidad fue inaugurado en 1972. Su nombre proviene de la oración, la Salve Marinera, que los navegantes realizaban desde sus barcos al entrar en la Ría. ¿Por qué rezaban en este punto? Porque desde aquí es desde donde se puede contemplar por primera vez a la patrona, la Virgen de Begoña.
Sigue tan de moda como hace cincuenta años, ya que se encuentra en los alrededores de uno de los museos más famosos del mundo; el Museo Guggenheim. Además, acoge los Red Bull Cliff Diving, la competición de salto internacional, donde los participantes saltan desde la friolera de 27 metros.
Pasarela Pedro Arrupe
Madera y acero, tradición y modernidad, el pasado y el presente unidos, una vez más en Bilbao. En esta ocasión, en una de las construcciones sobre la Ría más recientes, la Pasarela peatonal de Pedro Arrupe.
Se inauguró en el año 2004 y su nombre es en honor al sacerdote bilbaíno Pedro Arrupe. La función de la pasarela es fundamental ya que une la Universidad de Deusto con el Museo Guggenheim.
Puente de Deusto
Histórico puente que responde a una necesidad pasada de Bilbao, debido a su continuo crecimiento, de conectar con Deusto. Fue inaugurado en 1936 y, aún hoy, sigue llevando a cabo su función a la perfección. Si lo cruzamos, la torre Iberdrola, uno de los últimos rascacielos de Bilbao en ser construido, nos recibe. Todo una metáfora de la nueva Bilbao, donde lo tradicional y lo moderno tienen espacio para vivir codo con codo.
Puente Euskalduna
Espectacular puente inaugurado en 1997 y, de nuevo, hace una perfecta alegoría del crecimiento de la ciudad. En primer lugar, su forma curva, no solo se construyó así por belleza, sino para respetar objetos y lugares históricos, como “La Carola”, la querida grúa roja de 60 metros que recuerda la época de los astilleros Euskalduna y la actividad en los muelles.
Pasa justo por encima del Museo Marítimo, así que tanto los peatones como los vehículos pueden avanzar cimentando su camino en el pasado más histórico e industrial de la Villa de Bilbao. De nuevo, una mirada al pasado para no perder de vista el futuro.
Puente Frank Gehry
Siguiente parada, un reconocimiento enorme que se puso en funcionamiento en 2015. Llegamos hasta el Puente Frank Gehry, uno de los más recientes, en honor al arquitecto que diseñó el Museo Guggenheim. Conecta la novedosa Isla de Zorrotzaurre, la Manhattan bilbaína, con Deusto.
Puente San Ignazio
Hacemos una pequeña parada y un paréntesis. Aunque este puente no está dentro de nuestra lista de trece puentes históricos de Bilbao, debemos nombrarlo porque será parte del futuro más moderno y brillante de Bilbao. En el momento de escribir estas líneas se encuentra cerrado temporalmente, debido a que se usa para cruzar el canal de la Ría, uniendo el barrio de San Ignacio, de ahí un nombre, con la ya comentada Isla de Zorrotzaurre.
Puente de Rontegi
Nos salimos de Bilbao, sí, pero seguimos con nuestra lista de puentes de Bilbao, porque no es posible entender Bilbao sin su Puente de Rontegi, que comenzó su actividad en 1983 y que une Barakaldo y Erandio. Continuamos por la Ría hasta llegar al mar, última parada, el puente más espectacular de todos.
Puente Bizkaia
Estamos en el punto más alejado del Bilbao de las Siete Calles, pero a los pies del Mar Cantábrico. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2006, este puente conecta Getxo con Portugalete y es, además, el transbordador más antiguo del mundo. No puedes perderte una visita al Puente Bizkaia, historia no sólo del País Vasco, sino del resto de España y el mundo.